Características

Nuestro establecimiento

CASA RURAL LA HOYITA es una casa rural de típica construcción canaria que se encuentra ubicada en el barrio de la Hoya, en la preciosa localidad de Güímar. Fue construida en el año 1800 y totalmente renovado en 1993, por lo que actualmente reúne todas las condiciones para garantizar la máxima comodidad de sus visitantes. Tiene una superficie total de 45 m². Esta pequeña casa tradicional cuenta con dos plantas y se accede a ella a través de una serventía cuyo tránsito lleva aproximadamente unos cinco minutos. Por su situación, este alojamiento es ideal para descansar.


Conozca nuestras instalaciones

Habitaciones

La casa tiene capacidad para dos personas que pueden ocupar una habitación doble, que está totalmente equipada para su comodidad y que se encuentra en la planta alta de la construcción. Asimismo, los clientes pueden emplear un baño con plato de ducha que está en esta planta. También contamos con una cuna que se halla a disposición de los clientes que la necesiten.


Otras instalaciones

En CASA RURAL LA HOYITA podrá disfrutar de las siguientes instalaciones: - Jardín-terraza. - Zonas verdes. - Solarium. - Muebles de jardín. - Cocina-comedor.


Datos de interés turístico

Güímar es uno de los pueblos más antiguos de Tenerife. Los conquistadores pudieron establecerse tranquilamente en el menceyato de Güímar gracias al pacto de amistad concertado entre el primer Adelantado con el mencey Añaterve el Bueno. Su fundación se debe, al parecer, a Francisco de Vargas, a quien correspondió la data del "Río de Güimar". El primitivo poblado fue surgiendo en San Juan o Güímar de Arriba, cerca de los nacientes de agua y de la capilla de San Juan Bautista. Pero, una vez que Pedro de Alarcón adquirió el heredamiento, el pueblo se fue desplazando hacia la costa, levantándose las casas en torno a la iglesia parroquial de San Pedro. La parroquia fue creada entre finales del siglo XV o principios del XVI. La localidad contó también con un convento dominico, levantado en 1649, así como numerosas ermitas; no hay que olvidar que fue en este término donde apareció la Virgen de Candelaria y donde primero se le rindió culto. En Güímar hay numerosas huellas de su poblamiento prehispánico. Las Cardoneras y Montaña Grande han protagonizado el hallazgo de abundantes restos, mientras que en la Cueva de la Arena, el Barranco de Badajoz, el de Guaza, Escobonal, Chicolea, etc., se han localizado restos humanos, así como un poblado con necrópolis. Como sucede con otras localidades antiguas de las islas, recorrer los calles de Güímar constituye un aliciente. La iglesia parroquial de San Pedro es de una bella arquitectura que guarda en su interior interesantes tallas, así como otros objetos de culto. La zona de Chinguaro es eminentemente agrícola y muy cercana al casco de la ciudad. La vida religiosa del municipio surgió en los albores del siglo XV. Con la aparición de la Virgen del Socorro en las playas de Chimisay, la población guanche se centró, en ese entonces, en su traslado desde el lugar donde se halló la imagen hasta la residencia de invierno del menceyato, en la que fue venerada y visitada por el resto de los menceyatos. Dicha residencia se halla ubicada en un lugar próximo a depósitos de agua naturales, indispensables para la vida aborigen. Este paraje era conocido con el nombre de Chinguaro. En la actualidad y debido a su gran riqueza de yacimientos arqueológicos, ha sido declarada Bien de Interés Cultural. Se encuentra en proyecto la realización de un parque arqueológico. Este sitio se convirtió en lugar de culto y peregrinación de los aborígenes de toda la Isla con anterioridad a la llegada y conquista de las Islas Canarias por parte de los conquistadores castellanos.

Desde las cumbres de Izaña (2.386 m) y hasta los 1.200 m de altitud, se encuentra el Parque Natural de la Corona Forestal, con un claro predominio del pinar. Por otra parte, también desde Izaña y hasta los 300 metros en La Ladera y los 500 metros en el Valle de Güímar, se incluyen dentro de un amplio espacio protegido, que se conoce por ladera de Santa Úrsula, los Órganos y altos del Valle de Güímar, de gran interés paisajístico y rico en endemismos. El espacio natural del Malpaís de Güímar reúne el cono de Montaña Grande y otros edificios volcánicos secundarios, con su amplio malpaís. Enclave de valores geomorfológico, florístico y faunístico. A su vez, el barranco de Herques, lindando con Fasnia, supone otro espacio natural protegido. MALPAÍS DE GÜÍMAR El Malpaís comprende el cono volcánico. Montaña Grande, con un cráter de 300 metros de diámetro y una altitud de 276 metros con respecto al entorno, y una colada que desciende hasta el mar configurando en conjunto un típico paisaje volcánico. La vegetación es típica de piso basal con más de cincuenta especies superiores, sobre todo Cardonal- Tabaibal. También podemos encontrar una gruta originada por la explosión de una burbuja de gases, denominada Cueva Honda, con cien metros de longitud y cinco metros de altura máxima. Las características geomórficas del terreno y climatológicas hacen de éste un paraje único que ha sido declarado Reserva Natural Especial. BARRANCO DE HERQUES La zona del Barranco de Herques ha sido, tradicionalmente, rica en cuevas con yacimientos guanches. Los poblamientos se ubicaban en lugares donde existía agua en las cercanías y los herques ofrecían este líquido esencial tanto en invierno como en verano. Este barranco constituye el límite natural entre los municipios de Fasnia y Güímar, siendo gran parte de su espectacularidad, con laderas y escarpes cortados a plomo, consecuencia directa de aluviones que, tradicionalmente, se producen todos los inviernos, desatándose la incontrolable fuerza de las aguas y moldeando un profundo surco. El barranco discurre perpendicularmente desde la costa, con una cota 0, hasta una cota de 2.300 m en la cumbre. El barranco se encuentra, en la actualidad, catalogado por la Ley 12/87 como Paraje Natural Protegido. BARRANCO DE BADAJOZ Situado en la parte alta del municipio, junto a las laderas de Güímar. Presenta formaciones de monte verde, pinar y frutales. Se encuentra dentro del Paisaje Natural Protegido de Las Siete Lomas. En su recorrido se encuentra la Cueva del Cañizo, cueva aborigen, que era residencia de verano de los Menceyes de Güímar. Debe su nombre al entramado de cañas que presenta. Su interés paisajístico reside principalmente en los especies endémicas de flora canaria que posee, y la gran espectacularidad de sus paredes verticales y la forma encajonada del Barranco. Históricamente, tanto el Barranco de Badajoz como el Barranco del Río fueron abastecedores naturales de toda el agua necesaria para la irrigación de los cultivos de medianías y costas del municipio. En esta zona se ha registrado a lo largo de años de explotación una interesante evolución en la forma de captación de las aguas subterráneas, desde finales del siglo XIX hasta la década de los setenta del presente siglo (galerías, pozos, etc.). CAMINO DEL ARRASTRADERO A través del Camino del Arrastradero se accede a la finca de Las Lajas o de la Marquesa, llamada así por ser propiedad de la marquesa viuda de la Florida. La hacienda cuenta con una casa del mismo nombre, en cuyos alrededores se encuentra un pino centenario conocido por el Pino de la Marquesa. El camino, llamado del Arrastradero, recuerda el aprovechamiento intensivo que se hizo del pinar de esta zona, donde la producción de pez y la obtención de madera eran prácticas habituales.


Actividades que puedes prácticar

  • Barranquismo
  • Buceo
  • Caza
  • Cicloturismo, rutas en bici
  • Cuevas - espeleogía
  • Equitación
  • Escalada
  • Montañismo
  • Multiaventura
  • Parapente
  • Pesca
  • Senderismo
  • Submarinismo